miércoles, 16 de marzo de 2011

Arte Bizantino: Cristo bendecidor


Arte Bizantino: Cristo bendecidor
-Análisis Sensorial: Esta imagen da un contexto muy fuerte y una imagen impotente sobre el Dios que conocemos los Cristianos, dando la bendición a la vez que de esta forma transfiere mucha paz
-Análisis de Contexto Sociológico: El arte bizantino es una expresión artística que se configura a partir del siglo VI, fuertemente enraizada en el mundo helenístico, como continuadora del arte paleocristiano oriental. En sus primeros momentos, Bizancio se consideró como el continuador natural, en los países del Mediterráneo oriental, del Imperio romano, siendo transmisor de formas artísticas que influyen poderosamente en la cultura occidental medieval. Los períodos del arte bizantino se ajustan, como es natural, a las grandes fases de su historia política. La pintura y los mosaicos bizantinos, más que su escultura, han tenido una singular importancia en la historia de las formas de representación plástica, por cuanto que han servido de puente a los modelos cristianos orientales hacia Europa, así como a la transmisión de las formas clásicas cuando en Occidente había desaparecido por la acción de los pueblos bárbaros, y por último, el arte bizantino ha sido la fuente principal en la fijación de la iconografía occidental
-Análisis Simbólico:  con el término pantocrátor se designa la imagen con que se representa al Todopoderoso, Padre e Hijo, es decir, Creador y Redentor. La figura, siempre mayestática, muestra a una u otra persona divina en similar actitud: con la mano diestra levantada para impartir la bendición y teniendo en la izquierda los Evangelios o las Sagradas Escrituras. 
-Análisis  Iconográfico: se trata del Padre, sostiene en sus rodillas a Cristo hijo.
-Significado Ideológico: Con pequeños trazos y siemples figuras se puede obtener una imagen muy fuerte por lo cual se cumple el deseo de promover la fuerza de un ser supremo solo al verla se siente esta fuerza y su bendicion
-Análisis Formal o Estilístico: Jesús rodeado de un aura de luz blanca (que simboliza la pureza), y se encuentra con las piernas cruzadas. En una de las manos tiene el dedo índice levantado y en la otra mano las Sagradas Escrituras. Se sitúa en el interior de una almentra (es decir, de un dibujo ovoidal) y está rodeado de los cuatro evangelistas u ocepas, uno en cada esquina. Esta imagen denota temor, mando e incluso miedo. 



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